sábado, 15 de febrero de 2014

De la corbata a la nariz roja y la certeza de crear un mundo mejor

Después de un inicio de año lleno de grandes lecciones y aprendizajes he decidido darle la oportunidad a uno de mis sueños frustrados y sumarme a una causa no sólo como voluntario sino con todas las de "un profesional de la educación". Me resulta curioso como hoy en día a los jóvenes profesionistas nos imponen un futuro que ni si quiera sabemos si va con nosotros: "acumula capital, acumula prestigio, llénate de poder, posiciónate en el mercado, sé el Rey de los Godínez". ¿Pero eso tiene sentido para todos? Es obvio que sin dinero uno no llega a ningún lado... ¿pero todos vamos al mismo lugar? Yo la verdad ni siquiera sé para dónde voy. Sólo sé que quiero que mi trabajo tenga un impacto social, que me permita dejar un mundo mejor. 

Este cambio me resulta muy divertido, porque conozco la fórmula para ser todo un Rey Godínez. Durante la carrera y en mi más reciente trabajo siempre estuve en contacto cercano con el ámbito empresarial. Aprendí grandes lecciones para moverme como pez en el agua y tratar con magnates hombres de negocios, pero me resulta insípido que el famoso "trato personal" se convierte en un medio para conseguir un beneficio. La sana relación interpersonal es sólo una estrategia de negocio. Por otro lado yo creo fielmente en las maravillas que pueden resultar en el encuentro de dos personas con la intención de no sólo jalar agua para su molino, sino compartir en medida de lo posible de su agua con los demás. Dicen que el dinero no lo es todo, que lo es "casi" todo. Y estoy de acuerdo. No obstante, a mí me apasiona ese casi que se esconde en la humanidad. Ese casi que creo nos puede llevar a ser magnates hombres de negocios sin la necesidad de obstaculizar el camino de otros. 

Las empresas del no tan conocido "tercer sector" están empezando a crecer. Ya no son únicamente el altruismo desbordado de unos cuantos que quieren cambiar el mundo. Cada vez son más grandes, cada vez necesitan de individuos no sólo bien intencionados sino bien preparados. Y estoy, no sé si confiado pero sí esperanzado, en que el trabajo de estas organizaciones será con el tiempo más reconocido y mejor remunerado.

Este pasito que doy no hubiera sido posible sin mucha gente muy importante para mí. Mi familia, que me apoya incondicionalmente aunque no tenga tan claro este momento como yo. Pero ya pasamos por aquí una vez... aún recuerdo los panchos que me hicieron cuando dije ¡Quiero ser Pedagogo!... Aunque la norma de egresados de la prepa se dedicara a las ciencias exactas, las Universidades Extranjeras y demás. Mis amigos, cuya intención principal es verme plenamente feliz. Todos los jefes que he tenido en algún momento de mi vida profesional, de todos procuro aprender algo y les estoy eternamente agradecido. Mis compañeros de trabajo, que me permitieron trabajar en un ambiente productivo, tanto para la empresa como para nuestro desarrollo personal. Y sí, mis alumnos y demás personas que me han permitido disfrutar bajo un esquema educativo lo fructífero que puede llegar a ser trabajar en conjunto.

Obviamente no deja de haber una ligera preocupación por estar haciendo lo correcto, si lo pienso hacia el futuro. Pero la verdad ninguno de nosotros puede asegurar que va a llegar hasta donde quiere. Por qué no hacer ahora mismo lo que más felices nos hace, y a partir de esos resultados ir construyendo más, ampliando nuestras metas y creciendo en plenitud. A ver si se puede...

¡Gracias por leerme!




1 comentario:

  1. Fran, estoy completamente segura de que este pasito (que en realidad es enorme) nos hara dejar el planeta mucho mejor de lo que lo encontramos... Gracias por subirtr al barco, gracias por ser mi amigo, por ser mi aliado, por la luz que hace q brilles y me contagies de lo mejor!... te quiero

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